Módulo 3 - Motivador Nato
Cómo motivar a mis estudiantes
Si el tema es la falta de motivación en la realización
de una tarea, apuntaría los siguientes problemas y soluciones:
1) Tareas
de difícil comprensión – Elaborar tareas que no están bien
explicadas o que no son del gusto del alumno o para su nivel lo que provoca un
desinterés por su ejecución. Solución: Desde un primer momento establecer
una comunicación con el alumno que permita conocer sus gustos y reconocer su
nivel.
2) Ejercicios
extensos o meramente gramaticales – Muchas veces para facilitar
la comprensión de algún punto gramatical, elaboramos ejercicios que resultan
“aburridos” y producen efecto contrario. Solución: Preparar
materiales que sean para un máximo de 15 minutos de ejecución y, siempre que
posible, que presenten la gramática a través de alguna actividad lúdica.
3) No
determinar metas para una actividad: Los alumnos de mis grupos varían
mucho en edad entre ellos y a los más jóvenes del grupo siempre les interesa
saber por qué para qué se hace determinada tarea. Solución: Establecer
objetivos y calificar las tareas para que así el alumno se sienta estimulado y
premiado por su trabajo.
Una actividad que
uso en mis clases para estimular la interacción del grupo, se llama Par x Par.
Esta actividad permite que aprendan nuevas palabras, que busquen las que
desconocen a través de las pistas, y que pongan en práctica los conocimientos
gramaticales ya adquiridos.
La que les presento
es para un nivel intermedio, pero lo bueno de esta actividad es que puedo
crearla para niveles básicos, intermedios, avanzados y superiores.
La cantidad de
ejercicios debe ser calculada para 15 minutos de actividad.
A los alumnos les
gusta, se unen para ejecutarla, se divierten con sus propios errores y los
resultados son muy buenos.
Este módulo, hasta
ahora, fue el mejor reflejo de mi trabajo como profesora. Siempre escuché y
escucho preguntas sobre qué hago para que los alumnos participen, no falten y
se conecten a mis redes sociales. Resumí a tres las situaciones que califico
como más desmotivadoras: tareas de difícil comprensión, ejercicios extensos y
meramente gramaticales y por último coloqué el de no determinar metas para los
trabajos. Colocaría todavía la propia desmotivación del profesor
que muchas veces se deja llevar por la rutina y acaba por promover una clase
tediosa, monótona y sin “sorpresas” que atraigan al alumno. Yo siempre digo que
para mí, cada grupo, cada alumno es una experiencia nueva donde podré enseñar
lo mismo de manera diferente y aprender y adquirir cosas nuevas para
enriquecerme.
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