jueves, 14 de mayo de 2015

Módulo 3 - Motivador Nato

Cómo motivar a mis estudiantes

Si el tema es la falta de motivación en la realización de una tarea, apuntaría los siguientes problemas y soluciones:
1)    Tareas de difícil comprensión – Elaborar tareas que no están bien explicadas o que no son del gusto del alumno o para su nivel lo que provoca un desinterés por su ejecución. Solución: Desde un primer momento establecer una comunicación con el alumno que permita conocer sus gustos y reconocer su nivel.
2)    Ejercicios extensos o meramente gramaticales – Muchas veces para facilitar la comprensión de algún punto gramatical, elaboramos ejercicios que resultan “aburridos” y producen efecto contrario. Solución: Preparar materiales que sean para un máximo de 15 minutos de ejecución y, siempre que posible, que presenten la gramática a través de alguna actividad lúdica.
3)    No determinar metas para una actividad: Los alumnos de mis grupos varían mucho en edad entre ellos y a los más jóvenes del grupo siempre les interesa saber por qué para qué se hace determinada tarea. Solución: Establecer objetivos y calificar las tareas para que así el alumno se sienta estimulado y premiado por su trabajo.
Una actividad que uso en mis clases para estimular la interacción del grupo, se llama Par x Par. Esta actividad permite que aprendan nuevas palabras, que busquen las que desconocen a través de las pistas, y que pongan en práctica los conocimientos gramaticales ya adquiridos.
La que les presento es para un nivel intermedio, pero lo bueno de esta actividad es que puedo crearla para niveles básicos, intermedios, avanzados y superiores.
La cantidad de ejercicios debe ser calculada para 15 minutos de actividad.
A los alumnos les gusta, se unen para ejecutarla, se divierten con sus propios errores y los resultados son muy buenos.

Este módulo, hasta ahora, fue el mejor reflejo de mi trabajo como profesora. Siempre escuché y escucho preguntas sobre qué hago para que los alumnos participen, no falten y se conecten a mis redes sociales. Resumí a tres las situaciones que califico como más desmotivadoras: tareas de difícil comprensión, ejercicios extensos y meramente gramaticales y por último coloqué el de no determinar metas para los trabajos.  Colocaría todavía la propia desmotivación del  profesor que muchas veces se deja llevar por la rutina y acaba por promover una clase tediosa, monótona y sin “sorpresas” que atraigan al alumno. Yo siempre digo que para mí, cada grupo, cada alumno es una experiencia nueva donde podré enseñar lo mismo de manera diferente y aprender  y adquirir cosas nuevas para enriquecerme.


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